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CIUDAD ENCANTADA

Se han vuelto de plomo las alas del viento,

el suelo desprende olor de alquitrán,

no vuelan las moscas, no ladran los perros,

Madrid se derrite un verano mas.

 

La Almudena sufre una lipotimia,

Neptuno quisiera volver a la mar,

Colón, sofocado, se recoge el pelo

y hasta la Cibeles  se pone a sudar.

 

Ya nadie recuerda el invierno frío,

ni la primavera de verde frescor,

ni el otoño dulce, dorado y sombrío,

-el verano quema como una pasión.

 

Tumbada en un banco del viejo Retiro,

bajo los madroños que esconden el sol,

sueño que paseo tus calles vacías

que guardan historia en cada rincón.

 

La tarde se escapa, Madrid permanece,

distinta y hermosa, se deja querer,

generosa y libre, ciudad encantada,

el verano ardiente, te sienta muy bien.

SI ME BUSCAS

Si me buscas, amor, y no me encuentras,

será quizás, que has mirado sin ver,

esperando, detrás de tus silencios,

para que tu me encuentres, me quedé.

 

Si me llamas, amor, y no respondo,

no pienses que no quiero responder,

es, quizás, que he perdido la costumbre,

de que digas mi nombre como ayer.

 

Si me abrazas, amor, si me abrazaras,

porque me necesites tu también,

descubrirás que no ha cambiado nada,

que estoy aquí, que nunca me marché.

EL PORQUÉ

Porque conoces secretos

que no suelo compartir

y lo que me pone triste

y lo que me hace reír.

 

Porque eres el buen amigo

con el que siempre soñé,

porque cuando tu me miras

me puedo reconocer.

 

Porque es en tu compañía

donde me gusta vivir

y no me falta de nada

para sentirme feliz.

 

Porque tus brazos amantes

me convierten en mujer

y dejo de ser la niña

que tiene miedo a crecer.

 

Porque es tu sombra el refugio

que tanto tiempo busqué,

porque te quiero de siempre…

porque siempre te querré…

SE FUE TU SONRISA

Se fue tu sonrisa,  caricia y promesa,

que siempre borraba toda la tristeza.

 

Tus pocas palabras, sinceras y tiernas,

susurros de viento entre mi melena.

 

Tus manos tan dulces, tus manos de hiedra,

las que se enredaban en mi piel sin huellas.

 

Tus besos de fiebre, mojados de urgencia,

con los que vestías mis noches de fiesta.

 

Se fueron tus ojos, de eterna inocencia,

y ya nunca pude mirar las estrellas.

 

Escribiendo versos, que lloran tu ausencia,

se me va la vida, mientras que regresas.

NO LO PUEDO REMEDIAR

No había nadie que apostara

por nuestra historia de amor,

puede que solo nosotros,

o incluso, puede que no.

 

Que Cupido se aburriera

y se pusiera a jugar,

o quizás, sencillamente,

que tenía que pasar.

 

Septiembre fue primavera

y tiempo de despertar,

otoño de mil recuerdos

dorados, para guardar.

 

De diferente materia,

de diferente opinión,

con lenguaje diferente

y distinta vocación……

 

Argumentos suficientes

para un desastre total,

y sin embargo, te quiero,

….no lo puedo remediar!                                                  

Ancla 1
Ancla 2
Ancla 4
Ancla 3
Ancla 5

SOLEDAD

Siempre que te busqué, tu estabas cerca,

y si no te buscaba, me encontrabas,

y si quise escapar, me perseguiste,

y si quise llorar, me consolabas.

 

Siempre, desde que guardo la memoria,

has estado presente en mi viaje,

escondida en las piedras del camino

o llevándome, fiel, el equipaje.

 

Aunque a veces sentí que me matabas,

otras veces temí que no lo hicieras,

porque solo tu amor me liberaba

y era tu amor de hielo, mi condena.

 

Ahora ya se que no quiero esquivarte,

me envolverán las sombras, si te vas,

soy huérfana, por ti, de la alegría,

¡dame tu compañía, soledad!

ME ACOSTUMBRARÉ

Me acostumbraré pronto a tu sonrisa,

al eco ausente de tu voz callada,

al frío transparente de tus manos,

a la caricia gris de tu mirada.

 

Me haré fuerte contigo en mi derrota,

levantaré defensas de papel,

me curaré con versos las heridas

y para darte vida,  viviré.

 

Ya se que tu serás mi compañera,

indiferente al tiempo y al dolor,

a las desilusiones y las iras

y a las dulces mentiras del amor.

 

He gastado mis suelas en buscarte,

pero tu estabas desde siempre aquí,

ahora puedo dormir sin asustarme,

ahora puedo llorarte sin sufrir.

LA CIUDAD

Se despertó llorando la mañana,

destilando tristeza, bostezó,

alba de bruma gris, por la ventana,

la ciudad, implacable, amaneció.

 

Ríos sin mar de gentes solitarias,

recorriendo las calles, sin hablar,

compitiendo feroces y asustados,

atrapados, sin forma de escapar.

 

Locura disfrazada de progreso,

sin tiempo ni lugar para el amor,

colmena que se aturde con su ruido

y no puede escuchar su corazón.

 

Como flores que el viento deshojara,

gladiadores heridos, sin luchar,

moriremos de miedo, cualquier día,

-nos matará de miedo, la ciudad.-

LA FE DESEADA

La encontraré, quizás, si no la busco,

me alcanzará, tal vez, si no la espero,

responderá, quizás, si no la llamo,

me mirará, tal vez, si no la veo.

 

Hace  ya tanto tiempo, mucho tiempo,

que le pedí a su luz, que me alumbrara,

que tejiera con hilos invisibles

una red de valor, que me salvara.

 

Pero esas fuertes manos que imagino,

se desvanecen luego, como espuma,

y me dejan al lado del camino

otra vez arrastrada por las olas.

 

Voy a cantarle a ella, que no escucha,

por si en algún momento me escuchara,

mi espíritu se muere de deseo,

por esa esquiva fe, tan deseada.

OPACA Y TRANSPARENTE

Se me desborda el alma de quererte,

se me enreda en tus ojos la razón,

se me mueren las manos por tenerte

y me vive de amarte, el corazón.

 

Mas fuerte que el acero o el diamante,

mas profundo que el mas profundo mar,

mas ciego que la fe mas imprudente,

mas importante que todo lo demás.

 

No es culpa tuya si en horas de tormenta

no acierto a ver la playa de tu amor,

no es culpa tuya, pero tampoco mía,

no es necesario que pidamos perdón.

 

Créeme si  te digo que te quiero,

-nunca he sabido mentirte, ni mentir-

quiéreme así, opaca y transparente,

pero no esperes que cambie para ti.

Ancla 6
Ancla 7
Ancla 8
Ancla 9
Ancla 10
© 2016 por Aurora Velasco Ojalvo
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